Quiero comenzar este blog felicitando a Latin Meat, un nuevo portal que se suma al ecosistema informativo del sector ganadero y alimentario en nuestra región. Su llegada representa un espacio valioso para el diálogo técnico, la difusión de conocimiento y el fortalecimiento de nuestra comunidad profesional. Me honra poder compartir mi experiencia en este medio y agradezco especialmente a su director editorial, André Sulluchuco, por brindarme esta oportunidad. ¡Gracias, André! Ahora sí, entremos en materia. La sanidad animal es, sin duda, uno de los temas más relevantes, y a menudo subestimados, dentro de la industria cárnica. En medio de los retos de producción y comercio, solemos pasar por alto que la salud de los animales es el cimiento de toda la cadena de seguridad alimentaria y un factor clave en la salud pública global. Desde mi experiencia como médico veterinario y epidemiólogo, puedo afirmar que la prevención y el control de enfermedades animales no solo garantizan alimentos seguros, sino que impactan directamente en la economía, el bienestar social y la estabilidad del comercio internacional de carne. Pero ¿cómo se logra una sanidad animal efectiva? La respuesta está en el trabajo articulado de toda la cadena: desde las pequeñas granjas hasta grandes industrias. La vigilancia epidemiológica constante, las aplicación rigurosa de medidas de bioseguridad, el uso responsable de medicamentos y la capacitación continua del personal son elementos esenciales. Este esfuerzo no es responsabilidad exclusiva del veterinario; debe ser una cultura sectorial basada en el compromiso con la ciencia, la innovación y la responsabilidad compartida. Hablar de sanidad animal no se limita a curar animales enfermos. Es, ante todo, un compromiso constante con la prevención y el bienestar de las especies, con el objetivo de mantenerlas libres de enfermedades que, en muchos casos, pueden transmitirse a los seres humanos. Esta labor no solo protege a los animales, sino que tiene un impacto directo en la salud de las poblaciones humanas y en la estabilidad del sistema productivo. Una buena gestión sanitaria evita pérdidas económicas derivadas de la caída en los indicadores zootécnicos, la mortalidad animal, la baja calidad de los productos o, en el peor de los casos, el cierre de mercados internacionales ante brotes de enfermedades de interés zoosanitario. Cada uno de estos factores tiene un peso significativo, pero todos confluyen en un punto central: la protección de la salud pública. En este contexto, es crucial recordar el papel de las zoonosis, o enfermedades que pueden transmitirse de animales a humanos, como la brucelosis, la salmonelosis o la influenza aviar. Al controlar estas enfermedades en los animales, también estamos protegiendo nuestra propia salud. Esta visión integrada se alinea con el enfoque One Health de la OMS, que reconoce la interdependencia entre la salud animal, humana y ambiental. Además, la sanidad animal tiene un impacto directo en la competitividad internacional. Los estándares sanitarios exigidos por los mercados de exportación son cada vez más rigurosos. Un brote de enfermedad puede cerrar fronteras, causar pérdidas millonarias y comprometer la reputación de un país. En cambio, mantener altos niveles de sanidad abre nuevas oportunidades comerciales y fortalece la economía del productor. Vivimos en un mundo interconectado, donde una enfermedad detectada en una granja puede tener repercusiones globales. Por eso, la cooperación internacional, el intercambio de información y el fortalecimiento de los sistemas veterinarios son esenciales. Cada mejora en sanidad animal que logramos en nuestra región contribuye a la seguridad alimentaria mundial y posiciona a nuestros países como socios confiables en el comercio global. En resumen, la sanidad animal no es solo una práctica veterinaria: es un compromiso colectivo con la salud, la seguridad y el futuro. Desde este nuevo espacio en Latin Meat, seguiré trabajando para visibilizar su importancia y promover un sector ganadero más consciente, responsable y saludable. Gracias nuevamente por esta oportunidad, y a quienes me leen, los invito a seguir construyendo juntos una sanidad animal sólida que nos garantice un futuro alimentario seguro. Un saludo fraternal desde Colombia. Sobre el blogger El Dr. Andrés G. Zuluaga León es especialista en salud publica y epidemiologia de la Secretaría de Salud de Colombia. Por más de 15 años, el fue inspector oficial del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). El cuenta con experiencia laboral como inspector veterinario oficial en la industria cárnica de ese país y, también, como docente universitario en tales materias como microbiología, normatividad sanitaria e inocuidad de la carne.  E-mail: zuluvet@yahoo.com